Ana Clara Soler

Entre las paredes, piso y esquinas hay una voz presente que susurra los caminos a seguir. Las acuarelas, las esculturas, las vestimentas y la poesía traen elementos reconocibles, inventados, que se sobreponen y que producen, a través de un juego de azar, su discurso y su vocabulario. Estos elementos orgánicos y geométricos, que recuperan alegorías femeninas, cósmicas o matemáticas, no remiten a un imaginario simbólico pre-existente, sino que crean un conjunto particular de relaciones. cuatro años de diálogos Ana Clara Soler y la curadora Tainá Azeredo presentan una muestra que construye una especie de escenario para ser vivido. La instalación pictórica ilustra la cotidianidad de un tiempo y espacio que desconocemos. Este lugar contiene las acciones vitales de seres atemporales-ficcionales y subraya los elementos constituyentes de lo que Ana Clara entiende como “cavernas del futuro”. Cargadas de sincretismos, las obras combinan elementos contemporáneos con imágenes icónicas de las pinturas rupestres, creando una atmósfera anacrónica.
Futuras Cavernas está elaborada en diversas instancias que funcionan de manera autónoma y complementaria a la vez. Por un lado, está todo el cuerpo de obras de Soler que, en su multiplicidad de materiales, componen un gran escenario: un mural de acuarelas brinda homenaje a las pinturas de las cavernas e invoca a los animales, los seres místicos, el fuego y el amor; túnicas y máscaras flotan en el espacio señalando el disfraz; elementos de madera y cerámica remiten a objetos de uso diario invitando al juego. Paralelamente, cuadernos y escritos están dispuestos al alcance de la mano y sirven de dramaturgia o de guión para una posible escena.