(1953-2025)
Desde Fundación Tres Pinos y el Museo MARCO La Boca y con mucho pesar comunicamos el fallecimiento del artista tucumano Carlos Alcalde, nacido en 1953, recordando parte de su trayectoria.
Estudió la Licenciatura en Artes con especialidad en Pintura en la Facultad de Artes de la UNT bajo la tutela de reconocidos artistas como Enrique Guiot y Ezequiel Linares. También realizó la carrera de técnico ceramista en la Escuela de Bellas Artes de la UNT.
Durante décadas, hasta el año 2021, cumplió la labor docente en el Taller de segundo año matutino de la carrera Lic. en Artes Plásticas junto a los destacados artistas Guillermo Rodríguez y Roberto Koch. Desde 1978 participó en exposiciones colectivas en Tucumán, Buenos Aires y otras provincias.
Considerado el “último maestro tucumano” su trayectoria ha sido mencionada en el libro Manual de Arte Contemporáneo de la Dra. Carlota Beltrame, se destaca su exitosa muestra individual retrospectiva “El rojo me sienta bien”, realizada en todas las salas del Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro. Fue jurado de distintas convocatorias entre las que se destacan el Salón Nacional de Tucumán especialidad pintura; PANORAMA programa de residencias para artistas del último año de la Facultad de Artes en el marco de la Semana de Artes Visuales de Tucumán.
Su obra es parte de colecciones institucionales locales así como de colecciones privadas.
Para Fundación Tres Pinos fue un honor que su obra actuara como uno de los ejes de la muestra “La función de la utopía” curada por Cecilia Quinteros Macció, que presentó el año pasado en el museo MARCO La Boca una selección de obras de importantes artistas argentinos que son parte del acervo de la Fundación Tres Pinos en un encuentro con obras de artistas contemporáneos de la provincia de Tucumán, varios de los cuales fueron sus alumnos.
En palabras de Cecilia Quinteros Macció: Carlos Alcalde habitaba este mundo en la búsqueda de otras dimensiones posibles, cargaba en sí el peso de querer comprender y comprenderse. Elaboraba territorios donde el amor y la belleza emanaban entre la luz y las sombras. Espacios donde el conflicto y la tensión vibraban entre rojos, azules, amarillos que se escapaban del marco y muchas veces se adueñaban de los espacios. Fue un maestro y fue un amigo que con su suave voz acercaba las preguntas correctas para sabernos dueños de nuestras utopías. Su obra era un collage de relatos que nos llevaban a esos mundos mágicos que él habitaba desde sus sueños y desde su pincel.
